El kiwi es conocido por su contribución a la salud intestinal. Gracias a su alto contenido de fibra, facilita la digestión, disminuye la hinchazón y mejora el tránsito intestinal. Además, los prebióticos presentes en el kiwi promueven el crecimiento de bacterias beneficiosas, lo que puede prevenir problemas digestivos y mantener el equilibrio intestinal.
En general, un solo kiwi puede aportar hasta el 80% de la dosis diaria recomendada de vitamina C para un adulto, según la Universidad de Harvard. Este fruto no solo es una fuente rica en vitamina C, sino que también contiene fibra, potasio y vitamina K.